miércoles, 24 de marzo de 2004

A 28 años del golpe militar

Como cada 24 de marzo, el pueblo manifestó se volvió a manifestar para el esclarecimiento sobre la desaparición de 30 mil personas durante la dictadura. Ante un importante operativo de seguridad, unas 5 mil personas se movilizaron sin incidentes por el centro de Neuquén, desde el Monumento a San Martín.

Madres y abuelas de plaza de mayo del Alto Valle manifestaron su repudio en el monumento. También se leyeron varios comunicados de prensa de distintos sectores sociales. Además del golpe, la protesta se expandió a temas actuales. Pidieron que no se pague la deuda externa, que la provincia de Neuquén deje de regalar sus riquezas a Repsol YPF, y recordaron la reciente desaparición del estudiante Sergio Avalos, la muerte del soldado Carrasco, la “absurda” construcción del estadio Ruca-Che, etc.

Innumerables ramas de partidos de izquierda y Centros de Estudiantes Secundarios levantaron sus banderas y comenzaron a caminar desde el Monumento hacia el Comando del Ejército, que estaba custodiado con un fuerte cordón policial. Previamente la marcha se detuvo en la plazoleta Omar Carrasco, para rendirle un homenaje al soldado asesinado.

Opiniones
Entrevistando a algunos manifestantes, todos coincidieron en que hay que decir “presente” por los que no lo pueden hacer. La mayor ambición es el esclarecimiento y la cárcel a los culpables, y el deseo de que no vuelva a pasar.

Por su parte un policía que custodiaba un banco, manifestó que su función no es reprimir, sino desalojar y dispersar a la gente en caso de incidentes para prevenir saqueos. “Los militares no están y la gente se la agarra con nosotros, pero no tenemos nada que ver”. Además sostuvo que los políticos dan la orden de reprimir: “A nosotros nos hacen poner el pecho, pero estamos para servir a la comunidad y luchar contra la delincuencia. Si estos manifestantes nos insultan y ellos se consideran delincuentes es problema de ellos”. Cuando se le consultó su opinión sobre la dictadura, sostuvo que los militares asesinaron a mucha gente, pero a los hijos de los desaparecidos no los dejaron tirados, se los quedaron ellos y los criaron bien. “Por lo tanto la dictadura tuvo sus cosas buenas y sus cosas malas”.

Tras el repudio la gente se dispersó sin incidentes, finalmente fue un 24 de marzo mas. En el que quedó demostrado que hasta qe no haya justicia, el pueblo argentino tiene una herida que no deja de sangrar.

Sebastián Sánchez.