viernes, 17 de octubre de 2014

Carta a Marcos Lamolla

Hace tres días te escribí Marcos Lamolla, te dije que sos un grande de verdad, y aclaré que no por el gol, ni por la victoria ni por el fútbol. Sino por cosas importantes de la vida. Esta mañana leer por ahí que sos "una basura de persona" me destrozó. Esta maldita "letrinet" como le llama José Pablo Feinmann, enaltece al que habla sin tener ni idea de nada.

Te equivocaste feo, es cierto. Perjudicaste a tu club con tu imprudencia. Pero no perjudicaste a Deportivo Roca como quieren hacerle creer a la gente. Al naranja lo perjudicaron sus jugadores tanto como vos a y tus compañeros al albinegro.

Si esta foto hablara no habría tanto
absurdo opinando sin saber.
Vos no empezaste a pegar, no llegaste a hacerlo. A vos te frenaron (por suerte) y el que empezó a pegar te pegó a vos cobardemente de atrás. Instantáneamente empezó la gresca.

Vos, Marcos Lamolla, no tendrías que estar preso por pegarle una patada en la cabeza a Nicolás Alegría hasta dejarlo inconsciente. Vos no impediste que a tu compañero inconsciente lo atiendan y se lo lleven en ambulancia. Vos no tiraste piedras de la tribuna hasta herir a un auxiliar de Cipolletti en el festejo del gol de Negri. Vos no tiraste pirotecnia adentro del estadio durante todo el partido. Y te digo más, vos no merecías la segunda amarilla por el sólo hecho de ser cobardemente agredido por Fernández.

Te calentaste, se te salió la cadena. ¿Somos todos santos? ¿Nunca le pasó a nadie? ¿Quién tira la primera piedra? ¿Fernando Fernández tira la primera piedra? Pretenden santificarlo y en La Visera generó el único disturbio al besarse el escudo de Roca reiteradas veces frente a los hinchas de Cipolletti, en lugar de dedicarse a festejar su legítimo triunfo con sus compañeros.

Vos Lamolla te equivocaste, pero el partido no se suspendió sólo por vos. Que no se hagan los distraídos, que se hagan cargo como te hiciste cargo vos de tu parte. El partido se suspendió por la actitud delincuente de todos los de verde y de naranja que pegaron piñas y patadas a mansalva sin medir las posibles consecuencias irreparables de sus actos. Incitaron a la violencia de la gente. Los mismos que te usan como chivo expiatorio para exculparse de su actitud violenta que verdaderamente merece meses de suspensión.

Como bien dijo Landeiro, que se hagan cargo todos los jugadores del bochorno. No se hagan los tontos y dejen de señalar a uno solo, porque los culpables de la vergüenza nacional y la destrucción del fútbol regional fueron todos los que participaron en la gresca por igual.

Y los hinchas que con justa razón levantan la bandera del Indio Solari Gil por su liderazgo, por sus huevos, por jugar por la camiseta, le dedicaron tantas veces y aún hoy rememoran el mítico "¡Y pegue Indio pegue!", sean coherentes con su pensamiento y dejen en paz a Lamolla.

No sos un ángel Lamolla, pero tampoco sos un demonio. Sos simplemente una excelente persona. No por el fútbol, sino por las cosas verdaderamente importantes de la vida.