sábado, 26 de agosto de 2017

Uno de Soriano

 
Leído en el programa Qué Grande, en Radio Comunitaria Quimunche.

Te cuento, hace unos días jugaron Cipolletti contra San Lorenzo. Y pasó tanto en el partido y antes que me hizo acordar a tus cuentos. ¡Sí, por los puntos! Tu azul granate contra tu fútbol chacarero, ¿qué me contás? Por una Copa que te clasifica a la Libertadores, creeme. No, no es cuento. ¡Pero qué cuento te mandabas vos con esta historia!

Bueno, te hablo porque no soy nadie, y como vos sos todo nos vamos a entender. Sí, sos todo. Yo escribo de onda nomás. Quiero decir como pasatiempo, ¿entendés? Porque pasó esto que te hubiese fascinado, que fue un cuento en la vida misma como el penal mas largo del mundo. Sabemos que fue real, que pasó en Cipolletti donde ahora hay unas canchas de tenis. Pero también sabemos que lo fabulaste bastante, que mezclaste amigos tuyos con leyendas reales. No, no te juzgo, me encanta, es la magia de la literatura como me dijo un escritor maravilloso que no llegaste a conocer.

Si ya se, me voy por las ramas. Me pasa siempre. Acá, en mates con amigos, en la radio, en el laburo, siempre me voy por las ramas. Pero quién te corre, si lo vamos a contar, hay que contarlo bien, no te apurés. Definieron por penales, con eso te digo todo. ¡No, no exagero! Ya te voy a contar, calmate. Se llama Copa Argentina. La juegan todos los equipos de primera división ¡qué ahora son 30!, no, no está Cipolletti. En el Nacional B tampoco. La copa la juegan también los mejores equipos de las categorías de ascenso. Nosotros estamos… a Cipolletti me refiero, yo soy de Cipo y nadie más. Te decía, estamos en el Federal A, algún día volveremos al Nacional B. Seguimos llevando gente como nadie en la Patagonia.

No fue fácil clasificar a la copa y jugar contra San Lorenzo, claro. Medio año antes le teníamos que ganar si o si a Independiente de Neuquén en La Visera, y esperar que Villa Mitre no le gane a Roca en Bahía Blanca. Sí, ¡una mano de Roca necesitábamos! No, no es imposible. Muchos creían que sí, pero no. Nosotros ganamos con un gol cerca del final y nos clasificamos porque Villa Mitre y Roca empataron 1 a 1. ¡Seguro que no nos querían en la copa! Pero los jugadores naranjas tuvieron códigos, profesionalismo ponele, que se yo, fueron al frente y nos dieron esa mano.

Clasificamos y jugamos contra Deportivo Madryn de Chubut, ida y vuelta. Pusimos a dos jugadores nuevos que los contrataron con sueldos altísimos. No te digo el número porque no me creerías que el club cipoleño paga sueldos así, la economía cambió mucho en 20 años, ni te cuento mejor. En La Visera estaba complicado el partido. Ganábamos con gol de Lamolla, un defensor aguerrido que hubieses personificado en Barda del Medio. Y qué pasa, se lesionan los dos refuerzos estos que trajeron por mucha guita, ¿podés creer? Entra un pibe de Neuquén, del barrio San Lorenzo, que se tomaba dos colectivos todos los días para ir a entrenar. Y qué va a pasar si te digo que parece uno de Soriano. Dos minutos y el pibe clava el segundo gol, golazo, lo habilita de taco otro pibe, el hijo del gerente de La Anónima. Después Piñero Da Silva descontó para Madryn, no, no es brasileño, nació en Misiones y juega en la Patagonia, te lo nombro porque vas a ver que se convierte en protagonista de este cuento. De este texto. Porque cuentos eran los tuyos.

Vamos a la revancha en Chubut, y otra vez el pibe de Neuquén la mete, golazo de cabeza. Pero se complicó, nos ganaron 2 a 1 y fuimos a la definición desde los doce pasos, ¿vos también volás de los nervios? ¿a quién se le habrá ocurrido definir cosas importantes así? El arquero de ellos se cansó de atajarnos penales en los partidos, ahí por suerte no agarró ni uno y pasamos.

El sorteo fue un mes después, nos podía tocar cualquiera de los 30 de Primera y sale San Lorenzo, te hubieses dado la palma contra la frente, ¿o te hubieses emocionado? Un partido solo en cancha neutral, el que gana sigue, el que pierde afuera. El intendente de Cutral Co quiso jugarlo ahí en la cancha de Alianza. San Lorenzo se negó porque decía que Cipolletti era local en Cutral Co. Ya se que es verdad. Pero al final jugaron en Lanús. ¡En Lanús! ¿A cuánto de Boedo y a cuánto de Cipolletti? Además, ¿no es grande San Lorenzo? ¿no llenaría cualquier tribuna de Alianza? Esto lo cambiabas seguro si lo escribías vos, se jugaba en la Patagonia y punto. 

La AFA lo programó para el 10 de junio, un sábado, y San Lorenzo lo postergó ¿podés creer? Después que le ganaron a River. No, no está más Grondona, falleció. Hace unos años, no te creas que mucho. Seguía siendo el presidente, sí. No mejoró nada, te diría que estos son peores. Dijeron que se suspendía porque San Lorenzo peleaba el campeonato. ¡No! Estaban a siete puntos de Boca y faltaban tres fechas. Sí, siguen siendo tres puntos por victoria, nunca se revirtió. Pero igual era imposible. También aludieron que les iban a faltar dos jugadores que se iban con su selección nacional. ¿Qué es esa carcajada? ¡En serio! Un lateral derecho y un lateral izquierdo, encima. No te rías así que me haces reír a mi. ¡Es triste, gordo querido!

No sabés la calentura de los cipoleños. Estaban todos listos, más de 10 colectivos llenos, pasajes comprados, hoteles pagados, vacaciones adelantadas y licencias sin goce de sueldo. Ni hablar de los permisos de las esposas. Simpatizantes que desde el norte de Neuquén, la línea sur y Bariloche se acercaban a Cipolletti a hacer trasbordo a los colectivos de hinchas.

El club hizo un video que lo pasaron en todos los programas de la tele. No, los programas de Buenos Aires te digo. Se viralizó por internet, por la computadora. No, claro, cómo vas a entender, dejalo ahí, creeme que lo vio todo el mundo. Hermoso el video, con un poema y con imágenes. Decía: "Ellos tienen al Papa, nosotros no perdemos la fe". Sí, porque el Papa es hincha de San Lorenzo. ¡Un Papa argentino, sí! No, no es uno de Soriano, ¡te juro que es verdad! Renunció un Papa alemán y metieron a un argentino, y cuervo. Fue por un quilombo de corrupción en El Vaticano. ¿Qué gano con macanearte? ¡En serio!

Bueno, el video. Decía algo así que estamos orgullosos de jugar contra San Lorenzo pero más de ser quienes somos. Por ser de Cipo, claro. Muy emotivo. Y en el final decía algo así como: Donde quieras, cuando quieras, vos poné la fecha, nosotros llevamos la ciudad. Se lo tomaron mal, como que los chicaneábamos, los verdugueábamos. Las que se armó con tus cuervos y tus albinegros. Por si querías meterle más picante a la historia que te hubieses mandado.

Jugamos dos meses después en la cancha de Lanús. Unos días antes San Lorenzo se clasificó a los cuartos de final de la Copa Libertadores. No, ¡no te emociones tanto si ya la ganaron! Y ganaron otra internacional, una Sudamericana sin Brasil. Copas nuevas. Pero sí, hace unos años ganaron la Libertadores y jugaron la Intercontinental contra el Real Madrid. Jodeme que nadie te contó. No, ahí perdieron, ¿qué más querés?.

Te decía, San Lorenzo venía en plena competencia, Cipolletti había arrancado a entrenar hacía una semana y con ocho jugadores nuevos. Sin el defensor aguerrido que te contaba, se fue a jugar a Córdoba, y sin el pibe de Neuquén porque lo vendieron a Newell’s, mucha guita. Todo le favorecía a San Lorenzo. Todo. Este deporte es cada vez mas un negocio. Y cuando pensas que no tiene salvación, te regala estas cosas tan lindas y apasionantes que parecen sacadas de tus cuentos de fútbol chacarero.

Yo fui. Llego a Lanús y me encuentro a los hinchas de Cipo. ¡Qué lindo! Todos de blanco y negro, ¡y tan lejos! Entramos a la cancha y una hermosura. Sí la de Lanús. Creció una barbaridad. Salió campeón una que otra vez, hasta una copa internacional ganó. Techó toda una tribuna pero esa se la dieron a San Lorenzo. Entramos y ese olor a césped natural que extraño tanto... No, no me mires así. Siempre voy a la cancha de Cipo, siempre. Pasa que a nuestra Visera la asfaltaron y le pusieron un pasto de plástico arriba, ¿podés creer? En tus cuentos se jugaba mejor que ahí, mirá. ¿Por qué van a hacer una cosa así? ¡Por manejes políticos! ¿Qué se yo si se puede?, pero lo hicieron.

No sólo la cancha es de primera, televisaron el partido para todo el país, ¿qué me contás? Bah, para los que tienen cable. La política sigue así. A veces de nuestro lado, a veces de los que tienen plata. Mandan ellos. No, qué Menem. Es senador por eso de los fueros. Está gagá pero sigue vivo. Claro, hace 20 años nos dejaste, si te hubieses mandado uno de Soriano con esta historia, seguro le ponías “Veinte años no es nada”, ponele la firma. O "El partido mas largo del mundo" con todo lo que pasó. Pero me la juego por tus títulos tangueros.

Éramos más de 600 hinchas en Lanús un martes a la tarde. La hinchada blanca y negra nunca deja de sorprenderme. Fueron en colectivo, en avión, en auto, desde días antes camisetas albinegras paseaban por Florida. Florecieron las excusas y los faltazos al laburo. No te quiero amargar con política pero ¡no hay un mango! No te das una idea lo que es la inflación, los que cambiamos los pasajes cuando lo postergaron, pagamos la diferencia y quedamos secos. Pero fuimos igual. Estuvimos ahí junto a Cipo. Te cuento y se me infla el pecho.

Empezamos a cantar porque te lleva la cancha hermosa, la emoción de mirar alrededor y ver todas caras conocidas y camisetas de Cipolletti después de tanto viaje, y un puñadito de hinchas tempraneros de San Lorenzo. Hasta media hora antes del partido éramos más nosotros. “De que barrio sos…” les cantamos, no me mires así, ¡es el folklore del fútbol! A nosotros en realidad no nos importa eso, viste como somos, no nos va ni nos viene Buenos Aires, ni siquiera entendemos mucho de los barrios, pero sabemos que les duele y se lo cantamos igual. Sí, siguen sin volver a Boedo, están gestionado comprar el supermercado y volver a hacer la cancha, estaban entusiasmados pero los hinchas ya sospechan que el asunto se dilata demasiado. El que pone la torta es Tinelli, la plata quiero decir, sí, el conductor del programa de chistes, se llenó de plata y poder, cuando se le canta pone y saca un presidente. ¿Demasiada fábula te parece? No, no te estoy contando uno de Soriano, ¡es la verdad!

En Cipolletti me dijeron que se vivió como cuando Argentina llegó a la final del Mundial. Sí, llegamos otra vez ¡y en Brasil! Pero otra vez nos ganaron los alemanes. Faltazos masivos al laburo. Locales comerciales cerrados un martes por la tarde. Turnos cancelados. Bares llenos. Gritos y bocinazos por todos lados. Tu "far west" pero ahora de cemento. La ciudad vivió el partido, qué digo la ciudad, ¡el valle! Cinco Saltos, Allen, Fernández Oro, y la cantidad de neuquinos que alentamos siempre al albinegro. Algún roquense habrá dejado de lado la rivalidad pero la mayoría habrá esperado con ansias que nos llenen la canasta de goles. Cipolletti tiene eso, es grande, viste que tiene hinchas y enemigos en todas partes. Bueno, vuelvo porque me pongo loco hablando de mi blanco y negro.

Arrancó mejor San Lorenzo. Pero un Cipolletti sereno y ordenado le cerró todos los caminos. Homann es el técnico, una eminencia ya del club, ¡sí, el ruso Henry Homann! Como DT se le complicó al principio y cuando parecía que terminaba como Míster Peregrino Fernández, el equipo mejoró y nos devolvió a los hinchas la capacidad de soñar. ¡Como en este partido! Se dio el trámite que pensó Homann y todo lo contrario que imaginó el DT de San Lorenzo. ¡Mirá lo que te estoy contando! Y no es cuento.

A los 20’ remata Weiner, un delantero eléctrico que tenemos y la saca el arquero con una volada de primera división. Córner de  un volante neuquino, empujones en el área y queda Piñero sólo para cabecear y mandarla a guardar. Un gol hermoso, limpio, no fueron necesarios los artilugios de Orlando el sucio para triunfar. Algún día te voy mostrar el video de los hinchas de Cipo gritando el gol. Pasa que lo veo y se me vuelven a llenar los ojos de lágrimas y no viene al caso. ¡Te va a encantar! Tanto contaste del fútbol chacarero y ahí estábamos en primera división ganándole a San Lorenzo.

¿Te dije o no te dije que Piñero Da Silva era protagonista?, lo eliminamos de la copa pero por la postergación pudimos contratarlo en lugar del pibe neuquino. El misionero tan emocionado por su gol salió festejando para el otro lado y no lo gritó con la gente. Cuando volvía a la mitad de la cancha se dio cuenta, se dio vuelta y levantó los brazos. Era tarde ya para ir a festejar. Si venía le sacaban amarilla. Veinte años y siguen con la cantaleta de amonestarte por festejar. No tienen corazón. Igual en la tribuna no todos lo vimos. Estábamos llorando de alegría, las gargantas saciadas de gritarlo, desconcertados, festejando hasta tirados en el piso. Yo quería abrazarme con todos.

El primer tiempo terminó 1 a 0. ¡No sabés mis nervios! Quería ir ganándoles lo más que sea posible, vivía un sueño. Cantaba por Cipo para no despertarme. En el segundo tiempo nuestros jugadores empezaron a tocar y les hacíamos el clásico “ole, ole, ole…” de los toreros. ¿Si se escuchó? Ellos eran como 15 mil, y lo escucharon todos, también los jugadores ¡y el país por la tele!

Los nervios de los muchachos de San Lorenzo, no te imaginás. Empezaron a fallar pases largos. Después también pases cortos. Se insultaron entre los jugadores por no poder resolver jugadas. Si un jugador cuervo debe valer en guita como los once nuestros. Y los hinchas de ellos por las dudas les recordaban que no podían perder. Se estaba dando todo. Llegué a pensar que podíamos ganarles.

Pero es primera división. Es mucha diferencia. No se notó, creeme. Pero te equivocás en una y la vas a buscar adentro. En el ascenso te perdonan un poquito más. El error en una salida de Cipolletti lo cometió un peronista. Ese detalle en tu cuento lo obviabas, seguro. Pero convengamos que no es el único peronista que ha cometido errores.

Sacheri te gustaría. Es el escritor que te comenté al principio. Super exitoso, sabés a quién idolatra, al Gato Díaz por sus valores, tu arquero ficticio, lo reconoció en una columna en El Gráfico. Este escritor es hincha de Independiente. Si él hubiese nacido en Cipolletti y en el sorteo tocaba el rojo, seguro que les ganábamos, Sacheri siempre logra la hazaña, como unos chicos de 10 años que le ganaron el campito a los de 15 gracias a un eclipse, o Achaval en un duelo final de cursos que se atajó todo horas después de morirse. Porque en la película Metegol me la juego que la pelota final la metió el director Campanella, con Sacheri ganaban los buenos, seguro. Si ya se, me fui por las ramas de nuevo.

Vos fuiste mas realista, no se, mas chacarero, ¡bien nuestro!. Las hazañas se daban sólo de vez en cuando. Muy de vez en cuando. Confluencia no ganaba nunca pero cuando el Gato Díaz atajó el penal mas largo del mundo fue cuento, hizo historia. Cuando Obrero perdió en Barda del Medio también lo inmortalizaste. Y estuvimos cerca, eh. No hubo hazaña. No fue como los mapuches que le ganaron a los alemanes con Butch Cassidy. No. Clasificó San Lorenzo. Capaz que teníamos que afanarnos los arcos como los mapuches, que se yo, ¡si así somos!, seremos descendientes de tanos y gallegos pero vos sabés bien que nos sentimos indios y a mucha honra.

Nuestro arquero Alasia atajó el primer penal, otra que el Gato, ¡no sabes lo que ataja ese muchacho! Lo admiró todo el país. Hasta el arquero de San Lorenzo lo felicitó antes de la definición. El “gordo” Vilce que es el 5 nuestro, y el peronista clavaron bien sus disparos. Pero el arquero de San Lorenzo le atajó bárbaro justo a los que nacieron acá, Jara de Cipolletti y Avila de Cinco Saltos, esto no te hubiese gustado, ¿no?. Que rara definición para tu corazón, imaginate. ¿Que menos mal que te la perdiste? No te perdés nada en Cipolletti, sos plaza, sos mural, sos orgullo, ¡sos leyenda, Gordo! Todos nos acordamos de vos. Hace poco los tanos mostraron imágenes de una gresca en un clásico en Roca, y se acordaron de Cipolletti por tus cuentos, ¡”Il mítico Cipolletti”, titularon! Mirá si no estás siempre presente. Yo hablo de Cipo en una radio de la Biblioteca Rivadavia, sigue existiendo sí, ya cumplió 80 años. Afuera hay un mural de la ciudad y ahí está tu retrato bien grande. La plaza lleva tu nombre incluso, ahí mismo en diagonal a tu casa. Lo verías desde lo alto de tu peral. Como te dije, estás siempre, ¡sos todo!

Empatamos, seamos justos, ¡empatamos! Quedó eliminado mi Cipolletti. “Nuestro” Cipolletti, tenés razón. Clasificó tu San Lorenzo. Igual yo me fui contento, todos aprendimos que la consagración real está en otro lado, en una rubia que nos quiera querer. Borrá esa mueca de alivio que al domingo siguiente perdieron con Morón y quedaron afuera. ¡Sí, en serio! ¡Con Morón! Posta, eh. De verdad, quiero decir. Si yo no sirvo para inventar. Pero parece uno de Soriano, viejo. Sí, claro que al final era mejor que pierdan contra Cipolletti. ¿Pero no era demasiado perfecto? Mirá que final de tango que metimos. Triste y tan hermoso. Uno de Soriano parece.