domingo, 2 de noviembre de 2008

Cuentos de fútbol argentino

Autores varios. Selección de Roberto Fontanarrosa.
Alfaguara (2008).

Particular mirada de Bioy Casares y Borges, los maestros demuestran su rechazo al fenómeno del fútbol denunciando en Esse est percipi que es todo un invento radiofónico, y los ídolos populares y los resultados, y las definiciones apasionantes no son otra cosa que ocurrencias entre cuatro paredes y un micrófono. Evidencia remitirse a la era anterior al fútbol televisado. Y el nombre en latín, todo un símbolo, me hace acordar a las expresiones en francés de Sarmiento para distinguirse por encima de los que consideraba brutos.
 
Insai derecho de Humberto Constantini es un muy lindo relato en primera persona de la decadencia de un futbolista con los años, y la crudeza que conlleva con el periodismo dándole letra a la ingratitud de la gente. La revancha de “la bordadora “ Zatti es tremenda en el que sería sin sospecharlo su último partido. Apuntes de fútbol en Flores es un fragmentado de acaso el mejor, o uno de los mejores capítulos de Alejandro Dolina en sus Crónicas del Ángel Gris. Milagro en Parque Chás de Inés Fernández Moreno, muestra la importancia del interlocutor de los dos cuentos que ya mencioné. Pero esta vez ante un apagón en el barrio, un chico con la radio se transforma en la única fuente del partido Argentina-Brasil por la Copa América, y descubriendo que tiene en sus palabras el estado de ánimo de todo el barrio, decide construir su propio milagro. La música de los domingos que desarrolla Liliana Heker, es la llave para devolverle la felicidad a la nostalgia de un viejo que extraña cómo se transformaban los barrios los domingos de fútbol. En Campitos, la historia de Juan Sasturain descubre una nueva teoría acerca de la formación de futbolistas, concluyendo de dónde viene el término “semillero”. El talento de Osvaldo Soriano rememora una vez más aquel gol de Confluencia en Barda del Medio, cancha en la que nunca nadie había ganado un partido, a través del clásico Gallardo Pérez, referí, con las particulares convenciones del fútbol chacarero.
 
Además las plumas de José Pablo Feinmann, Pacho O’Donnell, entre otros, y la imprescindible de Roberto Fontanarrosa, además de su prólogo y la garantía de su selección..