domingo, 7 de noviembre de 2004

Enrique Susini y los Locos de la Azotea

El 27 de agosto de 1920 el Dr. Enrique Telémaco Susini junto a sus amigos Miguel Mujica, César Guerrico y Luis Romero Carranza realizaron la primera transmisión de radio tal como la radio se la ha conocido, desde entonces, en el mundo entero, abierta y para todo el publico.

La prestigiosa Enciclopedia Británica reconoce a la radiofonía como un invento argentino. Recien sesenta y siete días después aparece, en Estados Unidos, la segunda emisora comercial del mundo; Susini y sus amigos eran ya históricos pioneros.

Enrique Susini era radioaficionado y sus tres amigos César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mujica, (a quienes luego se los llamó Los locos de la terraza) fueron los responsables de la emisión de la ópera Parsifal, considerada la primera transmisión radial del mundo, desde el teatro Coliseo de Buenos Aires en la calle Cerrito y Charcas.

Aquel 27 de agosto de 1920, entre las 21 y la medianoche, nació una historia controvertida, curiosa y apasionante.

-Una audición llovida del ciclo. Parsifal a precios popularísimos-, tituló el diario La Razón del 28 de agosto de 1920 una crónica firmada por el crítico de música Miguel Mastrogiani. La noche anterior se había realizado la primera transmisión radial del mundo, desde el teatro Coliseo: en directo, se emitió la ópera Parfisal, de Wagner, con dirección de Félix Weingartner y la interpretación de la soprano argentina Sara César y el barítono Aldo Rossi Morelli.

-Y anoche una onda sonora onduló vermicular, de las 21 a las 24, por el espacio, como cubriendo con su sutil celaje de armonías -las más caprichosas, ricas, grávidas de nobles emociones-, escribió Mastrogiani.

El responsable de la transmisión fue el médico Enrique Susini, un radioaficionado que un año antes había estado en Francia, interesado por los equipos transmisores utilizados por el ejército francés para las comunicaciones entre los frentes durante la Primera Guerra Mundial. De ese material, Susini trajo a Buenos Aires algunas válvulas Pathé, con las que armó un precario pero eficiente equipo.

Junto a César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mujica, formó LOR Sociedad Radio Argentina y acordó con los titulares del Coliseo para colocar una pequeña antena en la terraza del teatro.

Aquella noche, pocos minutos después de las nueve, unas cincuenta personas -además de los tripulantes de un barco anclado en el puerto de Santos, en Brasil- escucharon Parsifal en las pocas radios de galena que existían. La emisión de la ópera Parsifal del 27 de agosto de 1920 fue una de las tantas transmisiones radiales que por ese entonces se realizaban en forma experimental tanto en la Argentina como en otras partes del mundo. Sin embargo, se la puede calificar de “la primera" en el sentido de que se trató de transmisión de una obra artística completa e inauguró la regularidad y sistematización en el servicio; ambas, condiciones que aún no se habían producido.

Recién el 2 de noviembre de 1920 se emitió en los Estados Unidos el primer programa de radio, que difundió desde Pittsburg los resultados de las elecciones presidenciales.

A pesar de ser usadas a menudo como sinónimos, las palabras radiodifusión y radiotelefonía no significan lo mismo: la primera constituye un modo de puesta en práctica de la segunda. En el caso de la radiotelefonía propiamente dicha, el emisor se dirige expresa y deliberadamente a un receptor, ya sea individualizable o no, como en el caso de las comunicaciones militares o policiales. En la radiodifusión, en cambio, el destinatario es un público determinado. Por consiguiente, la radiotelefonía permite que el emisor reciba respuesta del receptor; en la radiodifusión, el mensaje que se emite es unidireccional, ya que el receptor no puede responder por medio del mismo canal.

En agosto de 1970, al cumplirse 50 años de la primera transmisión radiofónica, Susini, Romero Carranza y Guerrico recibieron el homenaje del gobierno nacional, que les entregó medallas recordatorias e instituyó al 27 de agosto como el Día de la Radiodifusión.

Enrique Susini y sus tres amigos, un mes después de la primera transmisión, y finalizadas las funciones del teatro Coliseo, realizaron emisiones especiales en las que, además de ser el locutor, Susini cantaba en castellano, francés, alemán, italiano y ruso. Para disimular un elenco tan reducido, se cambiaba de nombre para cada idioma.

Un año después de la primera emisión, Radio Argentina ya transmitía regularmente desde varios teatros de la ciudad. El 12 de octubre 1922 se realizó la primera emisión radiofónica de la asunción de un presidente argentino: Marcelo Torcuato de Alvear.

La Radio Argentina de Susini también fue pionera en otros aspectos: fue la primera en Propalar un noticiario, formar un equipo de locutores y ser inscripta como empresa en un registro internacional, al obtener la primer patente de marca en su tipo anotada y reconocida por la UIT en todo el mundo.

Enrique Susini fue médico otorrinolaringólogo (estudió medicina en Viena, París y Berlín en 1906 y, en 1909 ingresa en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Buenos Aires ¡recibiéndose en sólo cuatro años!, con los más altos honores). Hay que destacar que fue el introductor de su especialidad en nuestro país.

Esta personalidad asombrosa, innovadora, pionera, inquieta, incansable y multifacética, nació en Buenos Aires el 31 de enero de 1891. Siendo adolescente ya lo fascinaba todo lo relacionado con la radio y, desde que en 1910 el ingeniero Guillermo Marconi (inventor de la telegrafía inalámbrica en 1896) visitara la República Argentina; se transformó así, junto con algunos compañeros de la Facultad de Medicina: Miguel Mujica, César Guerrico y Luis Romero Carranza, en uno de los primeros radioaficionados y radiomaníacos del país.

Cuando el Dr. Susini inicia su afición por la transmisión inalámbrica, este era un invento reciente, en 1916 David Sarnoff, en Estados Unidos, consigue transmitir por aire música y noticias en forma experimental; la innovación era rudimentaria.

Enrique Susini, junto con sus amigos, no eran simples aficionados: sino estudiosos, investigadores curiosos y creativos expertos que trataban de fabricar lo que no podían conseguir y de perfeccionar sus radios a galena, (cristal de sulfuro de plomo con particulares propiedades de conducción de la electricidad y del sonido), cuyo funcionamiento era precario.

Recordemos que mientras realizaba estudios de medicina en Europa, en 1906 ingresó al Conservatorio Imperial de Viena , de donde egresó con las más altas calificaciones como profesor de violín y canto.

En 1917 ingresa como médico en la Armada Argentina donde desarrolla investigaciones sobre los efectos de las corrientes eléctricas y acústicas en el cuerpo humano, también se destacó en el estudio de sueros y vacunas y la relación de la diatermia en el organismo en relación a las longitudes de las ondas electromagnéticas.

Era un científico y emprendedor nato: organizó el primer laboratorio para la producción de vacunas de uso veterinario.

En 1918, terminada la Primera Guerra Mundial, la Marina lo envía a Europa a estudiar los efectos de los gases asfixiantes sobre las vías respiratorias. Susini no sólo se ocupa de su misión científica, se trae válvulas, rezagos y equipos de radio del ejército francés. Su afición lo llevará a hacer historia en la radiofonía argentina y mundial.

En Mayo de 1920, el Ing. Marconi había transmitido –en forma experimental-, desde sus estudios en Nueva York, la voz de la cantante Nellie Melba. El 27 de Agosto del mismo año, Susini, Romero Carranza, Miguel Mujica, César Guerrico, Ernesto Pita e Ignacio Gómez Aguirre -que habían conformado la Sociedad de Radio Argentina-, transmiten desde el teatro Coliseo la ópera Parsifal de Richard Wagner. Por primera vez, en la historia de la radiofonía, se oyen las palabras: -Señoras y señores, la Sociedad de Radio Argentina les presenta hoy.. La impostada voz de barítono, del primer locutor de radio, era la del Dr. Enrique T. Susini.

Muchos expertos e historiadores sobre el tema coinciden que hasta ese día histórico de 1920, lo que había habido, era radiotelefonía, (cuando dos personas u operadores se comunican entre sí) pero esa noche inolvidable, desde el teatro Coliseo, se había hecho radiofonía (cuando la transmisión se realiza para ser captada por un público masivo y, el emisor no dialoga con el receptor), si bien hay opiniones opuestas, la prestigiosa Enciclopedia Británica reconoce como invento argentino la radiofonía. Sesenta y siete días después aparece, en Estados Unidos, la segunda emisora comercial del mundo; Susini y sus amigos eran ya históricos pioneros.

En Días de Radio (Ulanovsky, Merkin, Panno y Tijman) dicen, para zanjar la polémica: -la del 27 de Agosto de 1920 fue la primera transmisión del mundo. Porque fue la primera pensada para público en general y porque fue realizada con propósitos de continuidad a pesar de su evidente carácter experimental. Como sea esa fecha es el Aniversario de la Radiodifusión Argentina y, en el año 2000, al cumplir 80 años, se celebró con brillantez en los distintos medios.

Susini fue director del Teatro Colón, donde creó los cuerpos estables y las escuelas. También fue crítico musical y teatral en los principales diarios y revistas del país y en Le Monde de Francia. Fue autor de la primera comedia musical Madame Lynch.

Si bien Susini es el más conocido del grupo de médicos radiofónicos, sus amigos eran sobresalientes: Guerrico que fue director técnico de Radio Splendid, era capaz de arreglar un desperfecto por teléfono, comentaban y, Mujica, en la década del treinta fue requerido por el Gobierno Español -no como médico sino como experto en comunicaciones-, su actuación humanitaria durante la Guerra Civil Española le valdría una condecoración; también fue secretario de Comunicaciones del gobierno del Presidente Frondizi. Carranza patentó tres meses antes que la RCA Víctor el sistema de grabación de sonido para cine y el micrófono de velocidad. Ninguno dejó el ejercicio de la medicina, en donde se destacaron como excelentes profesionales.

A mediados de 1920 venden Radio Argentina y crean Vía Radial, dedicándose al negocio de la telefonía de larga distancia y, en 1930 se la venden a la ITT en 200 millones de dólares. Así fundan los estudios de cine LUMITÖN, que harían historia en la época de oro del cine argentino.

En 1924, el gobierno nacional crea el Conservatorio Nacional de Música y Declamación, que hoy lleva el nombre de su primer director: Carlos López Buchardo. Sí, exactamente, Susini también estaba ahí, como profesor. Don Enrique Telémaco, era un excelente concertista de piano. Su pasión por el arte, su inagotable creatividad y su erudición, le permitieron ser regisseur (director de ópera) y director de teatro; su esposa Alicia Arderius era cantante lírica.

En 1933 (un 19 de mayo), se estrena la película Los Tres Berretines; es la segunda película sonora del cine nacional, la primera fue Tango de Moglia Barth, poco tiempo antes. Susini es el director y, junto con sus amigos de siempre, la produce. Esta película exitosa tenía un reparto con actores que serían famosos en el cine argentino: Luis Arata, Luisa Vehil, Luis Sandrini, Homero Cárpena y otros más.

En el año 1938, en el Festival Internacional de Cine de Venecia, por su película La Chismosa recibe el premio Copa de Plata al Mejor Director y el Primer Lauro Internacional al Cine Argentino.

El 17 de octubre de 1951, el que hoy conocemos como Canal 7, comienza a transmitir televisión, por vez primera en este país. ¿Y Susini?... Era el director de cámaras del canal 7 y también camarógrafo, cuando hacía falta y, funda una asociación para la investigación cinematográfica y televisiva.

Luego de la histórica transmisión desde el teatro Coliseo, el presidente Hipólito Yrigoyen comentó: -cuando los jóvenes juegan a la ciencia es porque tienen el genio adentro...

Los Locos de la Azotea, como se los conocía, por sus antenas de transmisión que colocaban en las terrazas, pero también con tono burlón por los mediocres de siempre, luego llamados Locos de la Radio, fueron los primeros y los mejores en múltiples actividades y empresas. Líricos y empecinados, siempre aceptaron todos los desafíos.

La vida de Susini se apagó el 4 de julio de 1972. Perteneció una generación de argentinos ilustres e ilustrados, ligados a la época de mayor expansión económica y social de nuestra Nación.

No se puede hablar de todos los logros del Dr. sin hablar de que fue el inspirador y motor inicial de la Cooperativa Telefónica Pinamar Ltda. - TELPIN - ganándose un lugar en el afecto de los pinamarenses y abriendo el camino de la telefonía social que tan amplio espacio tiene en el futuro de Argentina para desarrollar a menor precio la telefonía local, compitiendo con enormes posibilidades contra las grandes corporaciones transnacionales.

Los jóvenes dirigentes y empresarios, de la Argentina presente, deberían fijarse en la imagen de este hombre excepcional, y sus incansables amigos, para buscar inspiración en su vida de patriota, precursor y, científico.

El espíritu de Susini parece haber anidado en el corazón de todos esos jóvenes técnicos profesionales, y estudiantes, que trabajan, hacen pasantías o estudian en las oficinas, laboratorios y universidades buscando destacar a la camiseta argentina en el amplio espacio del mundo.

También es bueno para las nuevas generaciones saber que Argentina y los argentinos hemos sido competitivos, capaces de innovar, inventar, crear, acometer nuevas perspectivas y posibilidades con la alegría y el empuje que dan el creer en nosotros mismos y lo seguimos siendo a pesar de los saqueos y los lavajes de cabeza que nos vienen haciendo para que nos declaremos como un pueblo incapaz de encarar con éxito su propio destino.
Bibliografía consultada:
Días de Radio de Carlos Ulanovsky, Marta Merkin, J. J. Panno y Gabriela Tijman.
Resolución Nº103/85 del Honorable Concejo Deliberante de la Ciudad de Pinamar, efectuada el 3 de julio de 1985 en homenaje al Dr. Enrique T. Susini.
En INTERNET: El Tribuno de Salta edición digital; La Nación On Line La Nación Line Visión del siglo, año 2000; Conservatorio Nacional de Música; Premios Década del '30; Monografías - La Televisión Argentina - Chicos Malos; Portal Educativo de Salta, efemérides argentinas.

Sebastián Sánchez.

“Pasión de multitudes” en el Alto Valle

Nació junto al siglo XX, y se desarrolló hasta lograr su época de oro en los ’70. Se hundió económica y culturalmente, ¿y murió con el siglo XX?. La particular historia del fútbol en la región.

Si bien el Alto Valle de Neuquén y Río Negro fue testigo de inolvidables tardes y glorias futbolísticas, nunca un equipo de sus entrañas logró consolidarse en el fútbol grande de la Argentina. Un puesto que los valletanos merecen por el gran crecimiento en la popularidad, la infraestructura y la economía de la región, por lo menos en los últimos años.

A fines de la década del ’10, principios de los ’20, la capital neuquina “sufría” un crecimiento demasiado rotundo en sus primeros años de vida, demostrada en la permanente lucha por la intendencia. En ese contexto nacen los primeros clubes de fútbol de la zona: Independiente, Pacífico, Correos y Telégrafos y Ferrocarril del Sud.

Independiente (‘el rojo’) y Pacífico (‘el decano’) sobreviven hasta hoy. Durante todo el siglo fueron la cara visible de las diferentes clases sociales. En su fundación, el Club Pacífico era dirigido por los ferroviarios, mientras que las riendas del Club Independiente solían ser de los empleados de la Gobernación y los bancarios. Y es el día de hoy que Luis, jugador de las inferiores de Pacífico dice “en Independiente si no tenés botines Nike, no podés jugar”. Mientras que Pablo, ex jugador de la Primera del ‘rojo’ dice “ellos nunca tuvieron plata, ni para hacer la cancha”.

En los mismos años, el fútbol también crecía en del otro lado del río Neuquén. Entre 1915 y 1916 aparecen: Club Roca y Cipolletti Athletic Club. Este último, diez años después se oficializa como club bajo el nombre Club Cipolletti. Virginia, antigua vecina de la ciudad de Cipolletti si las hay, nos cuenta cómo se vivía el fútbol hace tantos años: “mi mamá me llevaba a ver a Cipolletti, a una cancha que no tenía nada que ver con lo que es ahora. Yo tenía menos de 10 años, pero me acuerdo que los jugadores jugaban en una cancha de tierra, que alrededor tenía un cerco de madera de menos de un metro. Y detrás de ese cerco estaba la gente. De ahí en mas, yo siempre fui a la cancha, casi desde que se fundó el club, y cumplí mi sueño de ver a mi nieto jugar en Cipolletti (Matías Urbano)”.

Así se desarrolló deporte mas popular, hasta que llegando a la década del ’40, se lo encuentra con muchos clubes y cada vez mas clásicos barriales, especialmente en Neuquén. La ciudad con mas habitantes en la región, es paralelamente, la que mas clubes fundó. Esta gran cantidad de equipos, “divide diferentes pensamientos, proyectos y objetivos, y por eso nunca Neuquén pudo tener una plaza importante a nivel nacional” opina un actual dirigente del Club Cipolletti.

También en esos mismos años comienza el acercamiento deportivo con el fútbol profesional argentino, con la visita de equipos de primera división de la AFA. Esta ininterrumpida serie de presencia de grandes clubes, se inicia con el primer equipo de Lanús que en 1939 disputa un encuentro en Cipolletti, produciéndose un caso excepcional para la época al término del partido. Ese día, Cándido Rodríguez (defensor del club rionegrino) fue tan sobresaliente que las autoridades de Lanús lo contrataron para actuar en la temporada siguiente.

En 1942 Boca Juniors, con todos sus titulares, es el segundo equipo porteño que pisa el campo de juego del Club Cipolletti, triunfa 5-0 con 4 goles de Laferrara. Luego derrotó a Plaza Huincul y a un combinado de la Liga Confluencia.

Justamente Cipolletti logra perfilarse como el mayor representante de la zona, al ganar la Liga de Fútbol Confluencia cuatro veces consecutivas, record que jamás pudo ser igualado. Los otros equipos que animaban la liga eran: Centenario, Cinco Saltos, Independencia, Independiente, Obrero Dique, Pacífico, Quilmes y San Martín de Cipolletti.

Luego del prodigio del Club Cipolletti, los equipos de las ciudades de Neuquén y Centenario se dividieron para formar la Liga Deportiva Neuquén. División que se mantiene hasta la fecha, sólo con leves cambios en los nombres de las organizaciones.

En 1956, Newell’s Old Boys de Rosario llega a Cipolletti para inaugurar “La Visera de Cemento”, el primer estadio del sur argentino con luz artificial. Y la cancha que desde su fundación, hasta la fecha, es la que mas gente pude albergar en sus gradas. Su capacidad se estima en unas 15 mil personas. Durante la década siguiente vuelve Boca Juniors, el rey del fútbol argentino de los ’60 al suelo valletano, y nada menos que Independiente de Avellaneda, flamante campeón de la Copa Libertadores de América.

Cada vez mas partidos amistosos, por fin la década del ’70 encontró a los equipos del Alto Valle codeándose con los equipos grandes, lo que décadas atrás era sólo un sueño. El Club Cipolletti confirmó su liderazgo en la zona, al convertirse en 1973 en el primer equipo en ascender al Torneo Nacional. Enrique Grisanti fue su presidente desde 1968 hasta 1976: “en esa época la actividad más importante era el fútbol, yo en mi mandato tuve la alegría de que el club se clasificara para jugar en primera. Además se construyeron mas tribunas y se remodeló el Estadio para que River no tenga problemas en jugar por los puntos. Teníamos muy buenos jugadores y se le daba mucha importancia al fútbol. La gente los seguía mucho. Cuando yo fui presidente del club, el mismo pasaba por un buen momento con un gran grupo de socios que contribuían al progreso y a la preservación del club”.

Una de las claves que llevó al ‘albinegro’ al fútbol grande fueron las contrataciones de jugadores de Buenos Aires, por ejemplo Néstor Della Ceca, un gran defensor que llegó de casualidad: “me querían Newell’s y Racing, y en el tironeo me quedé sin el pan y sin la torta. Para no quedarme sin club, acepté la oferta de Cipolletti. Cuando llegué no lo podía creer, estaba en el medio del campo, me arrepentí de aceptar la oferta. Sólo quería jugar y que el tiempo se pase rápido para volver a Buenos Aires, mirá lo que es el destino, hoy sigo viviendo acá, y me voy a morir de viejo en Cipolletti”.

Aquel equipo dirigido por Maldonado, fue el primero en llegar al fútbol grande, pero no el único. Sucesivamente se sumaron Deportivo Roca, Atlético Regina y Alianza de Cutral Có. De esta manera los estadios regionales vibraban con los clásicos zonales y las visitas de los monstruos de Buenos Aires, como nunca en la historia del fútbol regional.

Tanta euforia, expectativa, y por sobre todo, convocatoria futbolística, trajo en dos oportunidades a la Selección Argentina a jugar en “La Visera”. La primera fue en 1977, la selección juvenil derrotó a Cipolletti 2-1, con goles de Candedo, y nada menos que Diego Armando Maradona. Un año mas tarde, la selección mayor de Menotti, culminó su gira previa a Argentina ’78 en el mismo estadio cipoleño, pero en esa oportunidad enfrentó a un combinado de la Liga Deportiva Confluencia.

La época de oro del fútbol del Alto Valle finaliza en los ’80. Así como Cipolletti fue el primer “grande” de la zona, Alianza de Cutral Co fue el último. Jugó una liguilla pre-Libertadores contra Boca Juniors, y como era de esperar, quedó eliminado. El único equipo zonal en vencer a un equipo grande fue Cipolletti, cuando venció a Boca y a San Lorenzo en el ‘78 y el ’80 respectivamente, ambos partidos en Río Negro.

La reestructuración del fútbol de AFA en los ’80 terminó con los sueños de los equipos humildes Neuquén y Río Negro que se engolosinaban con los grandes de Buenos Aires. El camino se hizo mucho mas largo, y ningún equipo concretó un proyecto serio para llegar a Primera A. Sólo Cipolletti logró mantenerse durante dos periodos de 5 años en el Nacional B (segunda categoría del fútbol argentino), a fines de los ’80 y ’90.

El fin del siglo XX encontró a la Liga Deportiva Confluencia y la Liga de Fútbol de Neuquén con tantos equipos como desorganización. “En las canchas de Neuquén es inhumano jugar, los jugadores están muy expuestos a lesionarse” reflexiona Héctor Méndez, ex campeón con Villa Iris. Los clásicos que veinte años atrás hacían explotar los estadios, se convirtieron en clásicos de barrio a los que asisten menos de 500 personas.

¿La resurrección?
Al contrario de lo que sucedió en el inicio del siglo anterior, el XXI encuentra a Neuquén bien posicionada económicamente, principalmente por las regalías petroleras. Equipos del interior de la provincia logran unir la cordillera con la capital. La gente de a poco vuelve a poblar los estadios y los medios periodísticos cada vez le dedican mas minutos y páginas. El fútbol neuquino intenta reinsertarse en el fútbol Nacional, con las participaciones de Centenario y Alianza de Cutral Co en el Torneo Argentino B Vip (cuarta categoría).

Lo propio sucede con Deportivo Roca en Río Negro. Mientras Cipolletti los sigue mirando desde arriba, pero ya no tanto. Participa en el Torneo Argentino A (tercera categoría) y ansía con volver al Nacional B.

Lo importante es que con estos cuatro equipos volvieron a la cancha las banderas, los chicos con las caras pintadas, las tribunas con 7 mil personas, las bengalas los papelitos, los cantos, y todos los condimentos que hacen del fútbol, una pasión de multitudes.

Los ídolos “nuestros”
El Alto Valle no se puede quejar, vio en vivo y en directo a Maradona, Bochini, Beckenbauer, el ‘Beto’ Alonso, Kempes, Fillol, Passarella y tantos otros genios.

Pero también vio nacer a grandes jugadores. En una charla de café con viejos amantes del fútbol surgen algunos nombres: el ‘Pato’ Alonso, gran volante de San Martín a principios de los ’70. “No le podían sacar la pelota, era imposible” dice ‘Beto’. Después surgen ‘el Bambi’ Flores y el ‘Ruso Strak, de dilatada carrera en Cipolletti y varios clubes de la zona. Un roquense pide la palabra y se pone de pie para nombrar a Miguel Batalla.

Y en las charlas de veinteañeros no pueden faltar Pablo Parra y Henry Homann. Alguien recuerda que Giunta jugó tres meses en Cipolletti, y el mismo club fue el que insertó a Yorno y Rivarola en el fútbol grande. En la actualidad Matías Urbano triunfa en México y Leonardo Bardeggia hace lo propio en la quinta de River Plate.

Sin embargo el mayor triunfo de la zona lo tiene actualmente Deportivo Roca, que le mostró al mundo a “su” Miguel Caneo en la Primera de Boca. Donde logró el Apertura 2003 y la Copa Libertadores de América.

Sebastián Sánchez.