miércoles, 21 de noviembre de 2012

Cada vez

Cada vez que alguien habla de la muerte, siento que le vuelvo a dar dos besitos a la expresión hermosa de la carita de mi hija.

Cada vez que alguien habla de la vida, siento que mi hija se vuelve a morir en mis brazos.

Cada vez que alguien ignora a mi Nahiara, siento que no puedo vivir sin ella.

Cada vez que beso a mi esposa y a su pansa siento amor. El amor de mi esposa alegrando mi corazón, y el amor de mi hija dentro de mí, que me permite vivir lleno de amor a mi familia.
Sebastián Sánchez