Autor: Eduardo Sacheri.
En una humilde cancha de fútbol local, un viejo ve una jugada y se pone de pie. Sólo el talento de Eduardo Sacheri puede convertir esa aparente escena intrascendente en uno de los mejores cuentos que leí en mi vida y alterando todas las leyes y la estructura del manual del buen cuento. Un viejo que se pone de pie tranquilamente puede ser convertido a una película.
Además, Frío es un duro pero hermoso relato de un sobreviviente de Malvinas. En paz descansa une un gran dolor en la infancia del autor con una Biblia para los que crecimos en un barrio donde las relaciones eran los vecinos a través de la pelota y la escondida, sin celular ni nada por el estilo. El apellido terminaba con A es una demostración impactante del destino que puede con una simpleza cambiar la vida de una persona junto a la historia de millones y de un país. Una sonrisa exactamente así es una brillante historia en la que un tipo quiere seducir a una desconocida, y se propone hacerlo contándole la historia del Maracanazo de Uruguay en 1950, la hazaña mas grande de la historia del fútbol. Hasta mi amiga Cintia Luna, cero fútbol, cuando me devolvió el libro me expresó “¡Qué cuento Una sonrisa exactamente así!”. Y Señor Pastoriza es un homenaje insuperable de la literatura al Pato.
Hay mas cuentos, hermosos todos, pero esta vez me explayé demasiado. Será porque si me tengo que llevar unos pocos libros a lo que me queda de vida, este es uno de los primeros en entrar al bolso.