Si bien el Alto Valle de Neuquén y Río Negro fue testigo de inolvidables tardes y glorias futbolísticas, nunca un equipo de sus entrañas logró consolidarse en el fútbol grande de la Argentina. Un puesto que los valletanos merecen por el gran crecimiento en la popularidad, la infraestructura y la economía de la región, por lo menos en los últimos años.
A fines de la década del ’10, principios de los ’20, la capital neuquina “sufría” un crecimiento demasiado rotundo en sus primeros años de vida, demostrada en la permanente lucha por la intendencia. En ese contexto nacen los primeros clubes de fútbol de la zona: Independiente, Pacífico, Correos y Telégrafos y Ferrocarril del Sud.
Independiente (‘el rojo’) y Pacífico (‘el decano’) sobreviven hasta hoy. Durante todo el siglo fueron la cara visible de las diferentes clases sociales. En su fundación, el Club Pacífico era dirigido por los ferroviarios, mientras que las riendas del Club Independiente solían ser de los empleados de la Gobernación y los bancarios. Y es el día de hoy que Luis, jugador de las inferiores de Pacífico dice “en Independiente si no tenés botines Nike, no podés jugar”. Mientras que Pablo, ex jugador de la Primera del ‘rojo’ dice “ellos nunca tuvieron plata, ni para hacer la cancha”.
En los mismos años, el fútbol también crecía en del otro lado del río Neuquén. Entre 1915 y 1916 aparecen: Club Roca y Cipolletti Athletic Club. Este último, diez años después se oficializa como club bajo el nombre Club Cipolletti. Virginia, antigua vecina de la ciudad de Cipolletti si las hay, nos cuenta cómo se vivía el fútbol hace tantos años: “mi mamá me llevaba a ver a Cipolletti, a una cancha que no tenía nada que ver con lo que es ahora. Yo tenía menos de 10 años, pero me acuerdo que los jugadores jugaban en una cancha de tierra, que alrededor tenía un cerco de madera de menos de un metro. Y detrás de ese cerco estaba la gente. De ahí en mas, yo siempre fui a la cancha, casi desde que se fundó el club, y cumplí mi sueño de ver a mi nieto jugar en Cipolletti (Matías Urbano)”.
Así se desarrolló deporte mas popular, hasta que llegando a la década del ’40, se lo encuentra con muchos clubes y cada vez mas clásicos barriales, especialmente en Neuquén. La ciudad con mas habitantes en la región, es paralelamente, la que mas clubes fundó. Esta gran cantidad de equipos, “divide diferentes pensamientos, proyectos y objetivos, y por eso nunca Neuquén pudo tener una plaza importante a nivel nacional” opina un actual dirigente del Club Cipolletti.
También en esos mismos años comienza el acercamiento deportivo con el fútbol profesional argentino, con la visita de equipos de primera división de la AFA. Esta ininterrumpida serie de presencia de grandes clubes, se inicia con el primer equipo de Lanús que en 1939 disputa un encuentro en Cipolletti, produciéndose un caso excepcional para la época al término del partido. Ese día, Cándido Rodríguez (defensor del club rionegrino) fue tan sobresaliente que las autoridades de Lanús lo contrataron para actuar en la temporada siguiente.
En 1942 Boca Juniors, con todos sus titulares, es el segundo equipo porteño que pisa el campo de juego del Club Cipolletti, triunfa 5-0 con 4 goles de Laferrara. Luego derrotó a Plaza Huincul y a un combinado de la Liga Confluencia.
Justamente Cipolletti logra perfilarse como el mayor representante de la zona, al ganar la Liga de Fútbol Confluencia cuatro veces consecutivas, record que jamás pudo ser igualado. Los otros equipos que animaban la liga eran: Centenario, Cinco Saltos, Independencia, Independiente, Obrero Dique, Pacífico, Quilmes y San Martín de Cipolletti.
Luego del prodigio del Club Cipolletti, los equipos de las ciudades de Neuquén y Centenario se dividieron para formar la Liga Deportiva Neuquén. División que se mantiene hasta la fecha, sólo con leves cambios en los nombres de las organizaciones.
En 1956, Newell’s Old Boys de Rosario llega a Cipolletti para inaugurar “La Visera de Cemento”, el primer estadio del sur argentino con luz artificial. Y la cancha que desde su fundación, hasta la fecha, es la que mas gente pude albergar en sus gradas. Su capacidad se estima en unas 15 mil personas. Durante la década siguiente vuelve Boca Juniors, el rey del fútbol argentino de los ’60 al suelo valletano, y nada menos que Independiente de Avellaneda, flamante campeón de la Copa Libertadores de América.
Cada vez mas partidos amistosos, por fin la década del ’70 encontró a los equipos del Alto Valle codeándose con los equipos grandes, lo que décadas atrás era sólo un sueño. El Club Cipolletti confirmó su liderazgo en la zona, al convertirse en 1973 en el primer equipo en ascender al Torneo Nacional. Enrique Grisanti fue su presidente desde 1968 hasta 1976: “en esa época la actividad más importante era el fútbol, yo en mi mandato tuve la alegría de que el club se clasificara para jugar en primera. Además se construyeron mas tribunas y se remodeló el Estadio para que River no tenga problemas en jugar por los puntos. Teníamos muy buenos jugadores y se le daba mucha importancia al fútbol. La gente los seguía mucho. Cuando yo fui presidente del club, el mismo pasaba por un buen momento con un gran grupo de socios que contribuían al progreso y a la preservación del club”.
Una de las claves que llevó al ‘albinegro’ al fútbol grande fueron las contrataciones de jugadores de Buenos Aires, por ejemplo Néstor Della Ceca, un gran defensor que llegó de casualidad: “me querían Newell’s y Racing, y en el tironeo me quedé sin el pan y sin la torta. Para no quedarme sin club, acepté la oferta de Cipolletti. Cuando llegué no lo podía creer, estaba en el medio del campo, me arrepentí de aceptar la oferta. Sólo quería jugar y que el tiempo se pase rápido para volver a Buenos Aires, mirá lo que es el destino, hoy sigo viviendo acá, y me voy a morir de viejo en Cipolletti”.
Aquel equipo dirigido por Maldonado, fue el primero en llegar al fútbol grande, pero no el único. Sucesivamente se sumaron Deportivo Roca, Atlético Regina y Alianza de Cutral Có. De esta manera los estadios regionales vibraban con los clásicos zonales y las visitas de los monstruos de Buenos Aires, como nunca en la historia del fútbol regional.
Tanta euforia, expectativa, y por sobre todo, convocatoria futbolística, trajo en dos oportunidades a la Selección Argentina a jugar en “La Visera”. La primera fue en 1977, la selección juvenil derrotó a Cipolletti 2-1, con goles de Candedo, y nada menos que Diego Armando Maradona. Un año mas tarde, la selección mayor de Menotti, culminó su gira previa a Argentina ’78 en el mismo estadio cipoleño, pero en esa oportunidad enfrentó a un combinado de la Liga Deportiva Confluencia.
La época de oro del fútbol del Alto Valle finaliza en los ’80. Así como Cipolletti fue el primer “grande” de la zona, Alianza de Cutral Co fue el último. Jugó una liguilla pre-Libertadores contra Boca Juniors, y como era de esperar, quedó eliminado. El único equipo zonal en vencer a un equipo grande fue Cipolletti, cuando venció a Boca y a San Lorenzo en el ‘78 y el ’80 respectivamente, ambos partidos en Río Negro.
La reestructuración del fútbol de AFA en los ’80 terminó con los sueños de los equipos humildes Neuquén y Río Negro que se engolosinaban con los grandes de Buenos Aires. El camino se hizo mucho mas largo, y ningún equipo concretó un proyecto serio para llegar a Primera A. Sólo Cipolletti logró mantenerse durante dos periodos de 5 años en el Nacional B (segunda categoría del fútbol argentino), a fines de los ’80 y ’90.
El fin del siglo XX encontró a la Liga Deportiva Confluencia y la Liga de Fútbol de Neuquén con tantos equipos como desorganización. “En las canchas de Neuquén es inhumano jugar, los jugadores están muy expuestos a lesionarse” reflexiona Héctor Méndez, ex campeón con Villa Iris. Los clásicos que veinte años atrás hacían explotar los estadios, se convirtieron en clásicos de barrio a los que asisten menos de 500 personas.
¿La resurrección?
Al contrario de lo que sucedió en el inicio del siglo anterior, el XXI encuentra a Neuquén bien posicionada económicamente, principalmente por las regalías petroleras. Equipos del interior de la provincia logran unir la cordillera con la capital. La gente de a poco vuelve a poblar los estadios y los medios periodísticos cada vez le dedican mas minutos y páginas. El fútbol neuquino intenta reinsertarse en el fútbol Nacional, con las participaciones de Centenario y Alianza de Cutral Co en el Torneo Argentino B Vip (cuarta categoría).
Lo propio sucede con Deportivo Roca en Río Negro. Mientras Cipolletti los sigue mirando desde arriba, pero ya no tanto. Participa en el Torneo Argentino A (tercera categoría) y ansía con volver al Nacional B.
Lo importante es que con estos cuatro equipos volvieron a la cancha las banderas, los chicos con las caras pintadas, las tribunas con 7 mil personas, las bengalas los papelitos, los cantos, y todos los condimentos que hacen del fútbol, una pasión de multitudes.
Los ídolos “nuestros”
El Alto Valle no se puede quejar, vio en vivo y en directo a Maradona, Bochini, Beckenbauer, el ‘Beto’ Alonso, Kempes, Fillol, Passarella y tantos otros genios.
El Alto Valle no se puede quejar, vio en vivo y en directo a Maradona, Bochini, Beckenbauer, el ‘Beto’ Alonso, Kempes, Fillol, Passarella y tantos otros genios.
Pero también vio nacer a grandes jugadores. En una charla de café con viejos amantes del fútbol surgen algunos nombres: el ‘Pato’ Alonso, gran volante de San Martín a principios de los ’70. “No le podían sacar la pelota, era imposible” dice ‘Beto’. Después surgen ‘el Bambi’ Flores y el ‘Ruso Strak, de dilatada carrera en Cipolletti y varios clubes de la zona. Un roquense pide la palabra y se pone de pie para nombrar a Miguel Batalla.
Y en las charlas de veinteañeros no pueden faltar Pablo Parra y Henry Homann. Alguien recuerda que Giunta jugó tres meses en Cipolletti, y el mismo club fue el que insertó a Yorno y Rivarola en el fútbol grande. En la actualidad Matías Urbano triunfa en México y Leonardo Bardeggia hace lo propio en la quinta de River Plate.
Sin embargo el mayor triunfo de la zona lo tiene actualmente Deportivo Roca, que le mostró al mundo a “su” Miguel Caneo en la Primera de Boca. Donde logró el Apertura 2003 y la Copa Libertadores de América.
Sebastián Sánchez.
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