Cada vez que alguien habla de la vida, siento que mi hija se vuelve a morir en mis brazos.
Cada vez que alguien ignora a mi Nahiara, siento que no puedo vivir sin ella.
Cada vez que beso a mi esposa y a su pansa siento amor. El amor de mi esposa alegrando mi corazón, y el amor de mi hija dentro de mí, que me permite vivir lleno de amor a mi familia.
Sebastián Sánchez