Neuquén, Argentina
«Mi tenue disculpa se escribe así: recopilar textos propios es acaso soberbio, pero también melancólico. Mira uno viejas fotos de su alma y siente muchas veces esa mezcla de ternura e indignación que producen las antiguas piruetas, ya desechadas por la desconfiada madurez». Alejandro Dolina
jueves, 27 de noviembre de 2025
Notas y cuentos míos en los diarios 😁
- 11/11/2025 - LMNeuquen - "No me quiero morir en una cancha", el nuevo libro de Seba Sánchez y sus vivencias con Cipo
- 3/10/2025 - Río Negro - Aniversario de Cipolletti: Los protagonistas que hacen ciudad - Pasión que se siente y se escribe
- 21/9/2025 - Mejor Informado - “No me quiero morir en una cancha”: el libro donde el fútbol se vuelve literatura y sobrevivencia
- 3/6/2025 - LMCipolletti - A 18 años del último título de Cipo a nivel nacional, una campaña inolvidable
- 25/5/2025 - LMCipolletti - ¿Cuánto hacía que Cipo no ganaba cinco partidos seguidos?
- 5/6/2024 - Neuquén al instante - Se presenta "La pasión de Cipo" en Estación Literaria
- 9/1/2024 - LMCipolletti - El día que Franz Beckenbauer brilló en la cancha de Cipolletti
- 3/10/2023 - LMCipolletti - El libro que recrea las visitas de Diego Maradona a Cipolletti
- 23/9/2023 - LMCipolletti - "La Pasión de Cipo" llega a la Feria Internacional del Libro
- 24/12/2022 - LMNeuquen - Rodrigo: la historia de las canciones para ayudar a los canillitas que bailó todo el país
- 25/10/2020 - LMCipolletti - El emotivo cuento dedicado al eterno Bambi Flores
- 24/12/2017 - LMCipolletti - El emotivo cuento de un hincha de Cipo sobre el partido contra el Ciclón
- 24/7/2015 - Río Negro - La pasión por Cipo le sacude el alma
- 18/12/2014 - Río Negro - Soy de Cipolletti
jueves, 6 de noviembre de 2025
Qué Grande! Ep. 87: Escritura creativa
Ganadores de los concursos de Escritura Creativa 2024 y 2025, organizado por la Biblioteca Popular Quimún para estudiantes secundarios de Balsa Las Perlas. Emitido en vivo el jueves 6 de noviembre de 2025 en Radio Comunitaria Quimunche, Las Perlas, Río Negro.
Ver o escuchar en YouTube
- Grande amistad (de Rocío Seguel)
- Una palabra gastada más (de Damián Aguayo)
- Carta a Mariel (de Kamyla Espinoza)
- Limay (de Juan Agustín Espinoza)
- Río Limay (de Kamyla Espinoza)
- El poder del gran río (de Lucas Nieto Cayulef)
- Un barco de papel y una corriente (de Alma Jiménez Vilte)
- Mi amiga y el río (de Erín Piriz Benítes)
- Poemas de Maritza Kusanovic
domingo, 2 de noviembre de 2025
La camiseta que se "robó" Diego en Neuquén - Texto de Pablo Montanaro
Leído en el programa Qué Grande, en Radio Comunitaria Quimunche.
Libro: Un D10S en la Patagonia (2023).
sábado, 1 de noviembre de 2025
El barrilete del abuelo - Cuento de Eduardo Quintana
Leído en el programa Qué Grande, en Radio Comunitaria Quimunche.
¡Feliz Navidad Futbolera...!
Cuando hace cuatro años Don Jaime quedó viudo, se internó en la tarea de ejercer una protección personal sobre su nieto. Su jubilación, al margen de su subsistencia, estaba destinada a contribuir, con pequeños detalles a la felicidad de Diego. El ejemplo era su biblioteca llena de pequeños libros infantiles y sus juguetes didácticos. El niño, gustoso, pasaba gran tiempo libre escuchando las historias de su abuelo, esos ejemplos simples de la vida. Una mañana leyéndole un cuento a Dieguito, nombró la palabra barrilete. El niño, que llevaba su nombre en homenaje al mejor jugador de la historia del fútbol, preguntó:
- ¿Barrilete cósmico?
- No Diego, un barrilete terrenal
- ¿Y qué es un barrilete…?
- ¿Nunca viste un barrilete, Dieguito?
- No abuelo
En ese momento Melina, la nuera de Don Jaime y mamá de Diego, lo llamó para almorzar y prepararse para ir al colegio. Esa tarde, el abuelo, fue a la ferretería del barrio y a la librería, para comprar las cosas y poner manos a la obra. Al volver a su casa, se cruzó con su hijo Hernán que cortaba el pasto.
- ¿Qué hacés viejo?
- Bien nene, ¿vos?
- Todo en orden, arreglando el jardín.
Un silencio
- ¿Y eso…? Señalando las bolsas.
- Una sorpresa para Dieguito.
- ¿Sorpresa? Hmmm, eso suena peligroso
Así se fue Don Jaime a trabajar a su tallercito del fondo, donde no solo guardaba recuerdos, sino que tenía su mesa de trabajo. Vivían en casas separadas, dentro de un mismo terreno y en el fondo, en un lugar impenetrable e intocable, el abuelo Jaime tenía el lugar donde pasaba la mayor parte del tiempo. Había una sola persona que tenía acceso a ese altar privado, Dieguito.
Pasó el viernes entero con Don Jaime inserto en aquella sorpresa. A la hora de la cena, la luz del “galpón” seguía encendida y desde la cocina, Melina le pregunta a Hernán:
- ¿En qué anda tu viejo?
- No sé, me dijo que le estaba preparando una sorpresa a Diego.
- ¿Qué será?
- No tengo idea, igual es peligroso
Finalizada la cena, con los platos lavados y prestos a dormir, Hernán visitó a su padre, que se asustó con su entrada al taller.
- Eh viejo, no te asustes…
- Pensé que era Dieguito y no quiero que vea lo que hago.
- Epa, te está quedando bien.
- ¿Te acordás hijo, cuando te los hacía para vos?
- ¿Cómo me voy a olvidar? El cometa, ¿te acordás del cometa?
- Sí, con una cola de un metro y medio
- Los Saucedo, salieron a la calle muertos de envidia. ¡Qué lindo recuerdo viejo…!
- Era tan grande que hacía sombra…
- Lo que lloré cuando se cortó el hilo.
- Me acuerdo Hernán, me acuerdo porque la abuela me pidió que te haga otro.
- Y me lo hiciste…
- Claro, te hice el rombo con el escudo de Huracán…
- Y le pusimos el hilo más fuerte…
- Me salió carísimo, eran doscientos metros de doscientos cincuenta gramos, un dineral.
- Ese lo tiramos de grande, viejo. Estuvo acá en el galpón de adorno. ¡Qué hermoso recuerdo…! ¿Querés que te ayude?
- Dale, ayúdame a tensar el papel y lo termino de pintar armado…
- Ahí vengo, viejo…
Allí fue Hernán a avisarle a Melina que se quedaba ayudando al Don Jaime y a preparar el termo para el mate. Era una noche larga y de hermosos recuerdos. Terminaron antes del amanecer, el viejo tenía una felicidad enorme, había quedado impecale. Añadieron el hilo con un nudo de pesca perfecto, e hicieron un ovillo de doscientos metros. El trabajo estaba finalizado.
Se fueron a dormir unas horas. A la mañana, como cada sábado, Don Jaime y Dieguito irían a la plaza, junto a la vía muerta; la diferencia era que esa mañana, Hernán y Melina llegarían con el barrilete enorme para sorpresa del niño. Después de unos tiros con la pelota, aparecieron los padres del niño.
- ¿Cómo andan?
Preguntó Melina ante la sorpresa de su hijo, que corrió a abrazarla.
- Vení papi, vení a patear que el abuelo ataja.
- Esperá Diego, ahora vengo.
- ¿Dónde vas abuelo…?
- Ya vengo, ya vengo…
Allí fue el abuelo hasta el auto. El viento corría de sur a norte. El cielo estaba limpio y el sol, que se elevaba, brillaba más que nunca. Don Jaime, aseguró el barrilete, desenrolló treinta metros de hilo y comenzó una larga carrera al grito de: ¡Diegoooooo…!
El niño giró su cabeza y señaló a su abuelo. Hernán, abrazado a Melina, con una sonrisa de satisfacción en su rostro y lágrimas en sus ojos, admiraba la escena. Dieguito que sale corriendo detrás de su abuelo, que iba soltando hilo mientras el barrilete se elevaba, logrando en un par de minutos su máxima altura. El niño gritaba de alegría, mientras Don Jaime le explicaba:
- Ves Diego, eso es un barrilete…
- Es hermoso abuelo.
- Tomá, sostené el hilo y mové el brazo así…
El abuelo le explicaba a su nieto como mantener el barrilete en lo alto. El niño repetía el movimiento de su brazo derecho, el viento hacía lo suyo.
- Mirá papá, mirá mamá, con el abuelo vamos a llegar al cielo
Felicidad plena en el abuelo, adrenalina en su máxima expresión en el nieto y el barrilete volando allá cerca del cielo, con la cara de Diego Armando Maradona dibujada a la perfección, con un número diez acompañando la imagen.
Era el barrilete del abuelo Jaime. Era el barrilete cósmico de Diego…
eduardojquintana.blogspot.com (30/10/2020).
