lunes, 7 de noviembre de 2005

Educación Sexual Obligatoria: El debate no termina, los embarazos y las enfermedades tampoco

  • Los ciudadanos estiman que la educación sexual en las escuelas disminuiría los embarazos no deseados, las enfermedades, y favorecería el desarrollo saludable de las personas.
  • La Iglesia es el único sector que se opone rotundamente, y propone que los padres tienen el deber y el derecho de ser los primeros y principales educadores de sus hijos.
El debate sobre la educación sexual se instaló a través de la aprobación de un proyecto de ley que establece la educación sexual obligatoria en todas las escuelas públicas y privadas del país, con el apoyo de padres y docentes. Y en el Congreso ya debaten sobre una potencial Ley nacional que actualmente sólo tienen algunas provincias, como Neuquén y Santa Fe. Sin embargo la Conferencia Episcopal Argentina mantiene una postura dura e inflexible, y presiona para que la educación sexual obligatoria no se transforme en Ley.

Según una consulta masiva que llevó a cabo la encuestadora Enrique Puceiro en las ciudades mas pobladas del país, la mayoría de los habitantes apoyan el “Programa de salud sexual y procreación responsable”. Cifras superiores del 75 por ciento de los encuestados demostraron que para la gente la educación sexual debería ser un tema primordial y prioritario, porque disminuiría los embarazos no deseados, favorecería el desarrollo saludable de las personas, y no provocaría la pérdida de los valores morales. Además el 91,9 por ciento de los encuestados afirmó que se debería hablar en las escuelas sobre los métodos anticonceptivos, uno de los principales rechazos de la Iglesia católica.

Tras la apertura del debate y los resultados de la encuesta, la educación sexual obligatoria tiende a ser uno de los pocos temas con opiniones prácticamente unánimes. Pero la Iglesia contrarrestó el proyecto de Ley. Antes de las elecciones del 23 de octubre, la Conferencia Episcopal Argentina le exigió a los diputados y senadores que llegarán al Congreso el 10 de diciembre a ser “consecuentes con sus propuestas preelectorales, rechazando las leyes que atenten contra la familia y la juventud”, entre ellas, según consideran, la de educación sexual.

El “Programa de salud sexual y procreación responsable” tiene por objetivo hacer una Ley que se desempeñe en todo el país, pero algunas provincias ya implementaron sus propias versiones. En Neuquén, a través de la Ley 2222, las escuelas primarias están autorizadas a ofrecer educación sexual a los menores de hasta 15 años de edad, desde preescolar hasta séptimo grado. La directora de la escuela primaria N°2, señaló que en su establecimiento los docentes hablan con los alumnos, especialmente en el segundo ciclo, cuando surgen las preguntas que los chicos no se animan a hacerle a sus padres. La directora agregó “desde preescolar se le ayuda a los alumnos a conocer su cuerpo, por una cuestión de higiene y cuidado preventivo, y nunca tuvimos problemas mayores con los alumnos ni con los padres”.

Con respecto a la manera de brindar la información en las aulas y aclarar las dudas, la directora de la Escuela N°2 pidió ayuda teórica al Consejo Provincial de Educación, a médicos y hasta organizaron talleres, siempre con previa autorización de los padres y las limitaciones que ellos indiquen. “Yo no se qué hacen las otras escuelas, sólo se lo que pasa en la mía, y no se tampoco cuál es la postura de la Iglesia, pero sí conozco bien las leyes, como la 2222” añadió la directora.

En pocas provincias existe una ley semejante. En Santa Fe por ejemplo, fueron dictadas hace doce años dos leyes que obligan a brindar educación sexual en las escuelas de toda la provincia, sin embargo la sexualidad es un tema tabú dentro de las aulas. No en los papeles oficiales ni en la vida real de los alumnos, pero sí en la programación de contenidos específicos y en la capacitación de los docentes, que aún no recibieron ninguna directiva sobre el tema.

En la Escuela N°2 de Neuquén, el cuerpo docente no niega nunca hablar sobre cuestiones sexuales cuando surgen inquietudes en los alumnos, una docente señaló que es generalmente en el segundo ciclo, cuando los chicos notan cambios en su cuerpo, que surgen las preguntas. Pero la directora aclaró que los contenidos sobre reproducción de los animales, las plantas y las personas se dan en el tercer ciclo en Ciencias Naturales. “Siempre hacemos un buzón para que los chicos hagan preguntas anónimas, y surgen muchísimas, que no se animan a hacerle a sus padres” concluyó.

Por su parte, una persona allegada al obispado de Neuquén sostuvo que la postura de la Iglesia no es contra la educación sexual, sino con la forma en que se dicta, “en las escuelas no hacen hincapié en el amor conyugal, sino que les dicen que usen forro y nada mas” reprendió.

En el libro “Sexualidad humana: verdad y significado” de la Conferencia Episcopal Argentina, que el obispado de Neuquén utiliza para ofrecer la postura de la Iglesia en materia de sexo, el profesor de teología moral Adolfo Castañeda sostiene que “el contexto de una clase no es el ámbito adecuado para tan delicada materia, que por su intimidad y fragilidad, debe ser reservada a la familia, debido a que la relación entre padres e hijos, constituye, por designio de Dios, el único ámbito moral y sociológicamente adecuado para tan delicada formación. Los padres son los que mejor conocen las necesidades personales de sus hijos, así como el modo y momento adecuados para responder a sus preguntas o adelantarse a las situaciones”.

Justamente la comisión “Padres de familia” bloqueó el proyecto de Ley de educación sexual obligatoria en el Congreso nacional, y junto a los obispos proponen "un amplio debate previo" para demorar la aprobación del proyecto, que perderá estado parlamentario cuanto mas tiempo esté en discusión.

Contrariamente a tal postura, Francisco Galeano, doctor en medicina y master en Salud, opinó en un diario regional la posición de la Iglesia no coopera con la problemática del país, y provoca mas retrocesos que adelantos. Galeano agregó que “la Iglesia ni siquiera entiende que los que están en contra de la educación sexual, están en contra de los embarazos no deseados, ya que el 62 por ciento de los menores de 20 años reconocen que no utilizan método anticonceptivo alguno, y el 14 por ciento de los menores de 14 años ya iniciados sexualmente, no conoce prevenciones”.

Según la posición de la Iglesia y su ímpetu porque no perdure el proyecto de Ley, la discusión sobre la educación sexual obligatoria tardará meses en sancionarse, si es que finalmente se sanciona. El debate seguirá por tiempo indeterminado ocupando páginas de diarios y horas de radio y televisión. Mientras tanto, chicas adolescentes seguirán teniendo hijos que rara vez podrán ser mantenidos, y lo que es peor, las enfermedades de transmisión sexual seguirán degradando vidas humanas.

Opinión
El devaluado poder de la Iglesia
En la Edad Media el hombre pasaba su vida en torno a la Iglesia, ya que por su concepción teocéntrica del mundo, eso le aseguraba el paraíso y la felicidad eterna. Hasta aceptaba sufrimientos y sacrificios en su vida carnal con tal de conseguir el objetivo celestial.

No existía otra forma de aprender y ser culto que no sea por medio de la Iglesia, porque la misma tenía el poder de la sabiduría y el conocimiento, y la obligación de delegarlo a los pueblos. Y perseguía a los “herejes” que proponían enseñanzas alternativas a los conocimientos de la Iglesia.

En el siglo XVI, ya en el proceso de traspaso de la Edad Media a la Edad Moderna, Lutero “robó” una Biblia (en ese entonces reservada rigurosamente para los sacerdotes) y publicó otra interpretación de sus contenidos. Así provocó una profunda crisis del cristianismo.

Desde entonces, durante cuatro siglos, la Iglesia fue perdiendo su poder gradualmente, no en sus creencias, sino como institución social y actor político. Y mientras hizo todo lo posible para sostener sus principios básicos -en el siglo XX ya casi todos criticados-, buscó conseguir aceptación pública por medio de arrepentimientos de errores cometidos siglos atrás, como por ejemplo, las persecuciones a los “herejes”.

Hoy por hoy, su postura respecto de la educación sexual obligatoria, tan rígida como contradictoria y falta de fundamentos, se contrapone con la realidad, por lo menos de nuestro país. Ya que tal realidad tiene como prioridad terminar con las drogas y los infinitos vicios de los jóvenes, que son mas peligrosos que las relaciones sexuales que se pueden solucionar, por el momento, con un simple preservativo.

Evitar embarazos indeseados y enfermedades terminales como el SIDA al menor plazo posible parece no ser analizado por la Iglesia. Al defender sus posturas medievales, la Iglesia no hace otra cosa que contradecir sus posturas actuales en cuanto a problemas sociales. ¿Será que no quiere seguir perdiendo poder?, ¿dentro de dos o tres siglos la Iglesia se arrepentirá de su actual censura a la educación sexual?.

Sebastián Sánchez.

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