martes, 31 de marzo de 2015

Besos en la camiseta

La alegría de convertir ayuda
siempre. Negri y Lamolla tienen
llegada al gol permenantemente.
Foto: LM Cipolletti.
Cuántas historias, cuántas vivencias hay detrás de un jugador que mete un gol y decide besarse la camiseta frente a la gente. Cuánto debe pasar para que el jugador que lo hace, lo sienta de corazón aunque esa camiseta no sea la del equipo de su ciudad natal ni la de su club de origen.
 
Oscar Negri y Marcos Lamolla, dos foráneos que la gente adoptó como propios, dos líderes positivos dentro y fuera de la cancha, tuvieron la posibilidad de hacerlo en el mismo día, en la goleada a Tiro Federal. Los dos son únicos "sobrevivientes" de sus camadas de refuerzos de afuera. La gente los considera del riñón albinegro, y ellos distinguen la camiseta.
Cuando en cipopasion.com consultamos quién debía ser el capitán del equipo, los votos a Lamolla y Negri arrasaron con sus compañeros. La gente no tiene -y mucho menos Cipo Pasión- la potestad de elegir quien lleva la cinta. Pero sirvió para medir el cariño hacia los jugadores. Negri ha sido capitán, pero nunca tuvo reparos en ese lapso, con que Lamolla haga las arengas previas a salir a la cancha.

Como eternamente dirá Callejeros en los oídos rocanroleros: "Lo que cuenta es lo que se siente en la calle, en la gente, y no en los inventos...". Ni Negri ni Lamolla pueden salir a caminar por las calles cipoleñas, ni parar con la familia en plazas o heladerías, sin aceptar gustosos los pedidos de fotos mayoritariamente, y también autógrafos y afectuosos saludos de simpatizantes albinegros.
Oscar Negri nació en Mendoza.
jugó en San Martín de
Mendoza, Independiente
Rivadavia y Juventud
de San Luis. [+ Fotos
del festejo]
Oscar Negri llegó en 2011 con la dirección técnica de Lorenzo Frutos. Junto a él llegaron Nicolás Ballestero, Fernando Priore, Julio Ibáñez, Luciano Vázquez, entre otros. En cuatro meses no quedó nadie, en un club desvastado en una crisis futbolística, económica, y hasta política que derivó en una cancha asfaltada por tres meses, sin césped natural ni artificial.

Le bajaron los sueldos a todos los jugadores, excepto a Henry Sáez y Oscar Negri, por este último Henry Homann movió cielo y tierra para asegurar su permanencia, viendo que era imprescindible para evitar un descenso de categoría que venía cantado. Finalmente Cipo se salvó en Comodoro Rivadavia en la última fecha gracias a un gol del 'Flaco'. De ahí en mas Oscar Negri fue prioridad para retener en el plantel en todos los recesos.
 
Hoy es el jugador de mayor trayectoria contínua en el club. Fue titular indiscutible con cinco técnicos: Lorenzo Frutos, Rogger Morales, Domingo Perilli, Arnaldo Sialle, y ahora Ricardo Pancaldo. Solucionado el carril derecho de la primera profesional, también se desempeñó por la izquierda. Por su llegada al gol hasta jugó de "9", también de doble "5", y de "4" cuando el equipo lo precisó en algún partido.
 
Marcos Lamolla nació
en Jujuy pero se crió en
Pergamino. Jugó en
Juventud de esa ciudad,
en Real Arroyo Seco,
Huracán de Tres Arroyos,
Juventud Antoniana y
Unión de Mar del
Plata. [+ Fotos del festejo]
Marcos Lamolla llegó en 2013 con la dirección técnica de Domingo Perilli, recomendado por 'Manolo' Berra que había sido su compañero en Mar del Plata. Por recomendación suya llegó Manuel Madrid, y en la misma camada se sumaron Matías  Urbano, Javier Solis y Facundo Salinas. Curiosamente por un gol suyo en La Visera había concluído el ciclo de Rogger Morales en Cipo pocos meses antes.

Al principio la defensa no hizo pie, pero en poco tiempo se convirtió en un jugador fundamental para el fondo albinegro. Tan importante por el temple, la experiencia y la voz de mando en última línea, como la potencia y el juego áereo en ataque. Al no dar una pelota por perdida, con eficacia se ganó un lugar en el cariño de los hinchas.
 
Cuando llegó aclaró que evaluó la oferta mas allá de lo económico. Tenía superiores en ese sentido. Pero algo lo ató de entrada a Cipolletti y se reforzó con el tiempo. Hoy, como lo han hecho Frutos y Martínez en sus épocas de jugador, planea quedarse para siempre en la ciudad.
 
Lamolla estuvo en el ojo de la tormenta terrible de General Roca. Aunque fue severamente castigado económicamente, contó con el respaldo de la mayoría de la gente. No por lo hecho esa noche, sino por todo lo que había hecho antes. Y no cayó en la extensa escoba de ese olvidable Federal A. Cipolletti quedó eliminado en la primera semana de noviembre, y Lamolla abandonó la ciudad un mes y medio después, trabajó con los chicos de la Liga Confluencia ad honorem, con permiso dirigencial pero decisión propia. En el receso buscó convencer jugadores en negociaciones para que se sumen a Cipo. Ya en competencia, se preocupa por la unión grupal y la integración, gran falencia del plantel del fracaso del torneo pasado.
 
El domingo ante Tiro Federal, tras una dura semana, los dos convirtieron, y los dos se besaron la camiseta de Cipolletti con ganas frente a la gente. Sí, es mucha la historia detrás de ese gran gesto. Pero en resúmen, lo hicieron porque su sentido de pertenencia al club superó lo laboral, y seguramente en eso tiene mucho que ver el cariño que los hinchas les demuestran diariamente.
 
 

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