Leído en el programa Qué Grande, en Radio Comunitaria Quimunche.
Pobres en riqueza, ricos en pobreza, millonarios en dignidad.
Persistentes, construyen senderos, conscientes de lo que tienen y buscando lo que no les quieren dar.
Carentes de lo efímero, dueños de todo aquello que no caduca, permanece y vale en la vida.
Observados de reojo, mimetizados en un paisaje del que ya forman parte, responden con esperanzas a los reyes de la indiferencia.
La opulencia observa con cara de egoísmo, respira sudor ajeno y excreta caridad.
Prestan lo que no digieren solo para disimular, pero no nos confunden, tienen tanto que les falta libertad.
Suerte torpe que rompe espejos, tristezas orbitantes, que piadosas esperan no golpear con tanta fuerza.
Justicia errante que equivoca sus destinos, es la fortuna de lata, montada en un péndulo de oro.
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