lunes, 29 de enero de 2024

Que al brujo se lo meten en el c... - Cuento de Fabricio Abatte


Leído en el programa Qué Grande, en Radio Comunitaria Quimunche.

Las velas arden para dar tenue luz al misterioso y oscuro recinto. Dibujos de San La Muerte y del Gauchito Gil en las paredes generan mayor sugestión e intriga en quienes desconocen estas prácticas. Se palpa una energía especial en una sala repleta de enanos hechiceros, cartas extrañas y líquidos especiales ("abre caminos", "siete poderes", "atrae dinero", "atrae clientes"). Una señora que pisa los 50 años se retira con cara renovada, un dejo de alivio y sonrisa en su rostro. Angel Negro, "el único brujo todopoderoso", como se autodefine aparece detrás de ella con la moral por las nubes y se prepara para otro "trabajito", uno bien futbolero, de alguien que a decir verdad no lo es.

La incógnita de dos ciudades y dos provincias empieza a develarse. El interés de todo Neuquén y Cipolletti radica en conocer el resultado del evento deportivo más esperado de los últimos tiempos, que se disputará el domingo. Y en ese recinto lleno de mística surge una respuesta inicial, para tomar entre pinzas, que le cambiará el humor en las horas previas a los jugadores y a los hinchas de uno y otro lado del puente de cara al decisivo clásico.

"Ya estuve analizando todo, Imagino un partido cerrado con una mínima ventaja para Independiente de Neuquén. Un 1 a 0 un 2 a 1 en favor del Rojo, pero me juego por un 1 a 0. Están mejor aspectados los jugadores neuquinos", asegura el Brujo con la convicción de un científico mientras humedece como el sacerdote a los fieles en la misa, las camisetas de los tradicionales rivales que desplegó en el suelo junto a cartas, santos y habanos.

Audaz como pocos, en medio del ritual da pistas sobre eventuales héroes del partido del año. Se inspira, cierra sus ojos, susurra unas palabras que no se entienden y confiesa: "Alcanzo a interpretar que el gol lo hará un central".

Se sabe que las cábalas y el esoterismo también juegan en estas instancias. Y que en el interior se aferran más aún a esas cuestiones que para muchos representan un sinsentido y algo tan bizarro como mersa.

Y llegó el día más aguardado, el del clásico con mayor morbo de los últimos tiempos en la Patagonia. Un modesto Independiente ante la chance histórica de humillar al poderoso del Valle, Cipolletti de Rio Negro.

Le bastaba con empatar de local en la última fecha de la zona A para reivindicar a los humildes. Aquel inolvidable 19 de julio de 2015 tenía a favor a su gente y al brujo, claro, cuyo pronóstico en el diario La Mañana de Neuquén no pasó inadvertido. Se veía venir, se olfateaba en la atmosfera, otra épica victoria al mejor estilo "David y Goliat".

Un marco imponente como pocas veces en La Chacra. Récord de periodistas acreditados y choripanes vendidos. No cabía un alfiler en ningún lado. Las calles de Neuquén desiertas y el infaltable viento que hacía flamear los trapos a la vera del río.

La pelota comienza a rodar. Tras un primer tiempo parejo, el Rojo no da pie con bola en el segundo y Cipo parece el de los '70, cuando le hacía fuerza a River y a Boca (llegó a golearlo) en primera de la mano del legendario Ruso Strak. Nada de lo que soñó la hinchada de Independiente ni vaticinó el Brujo se cumple. Gana el Capataz 3 a 1. La felicidad y el drama conviven en una misma cancha tras la batalla deportiva por el enorme impacto del resultado en la campaña de las dos instituciones en el Federal A de ese año.

"En un partido muy trabado, Cipolletti superó a Independiente de Neuquén por 3 a 1. Con los tantos de Exequiel 'Petróleo' Herrera en el primer tiempo, y Matías Sosa y Marcos Carrasco, en el complemento, el Capataz quedó como líder de la Zona Patagónica del Federal A y clasificó junto a Deportivo Roca y Tiro Federal a la próxima fase. Mauricio Villa descontó a los 42 minutos del segundo tiempo para Independiente, que hasta hoy era primero y con este resultado terminó en la cuarta posición y fuera de la fase definitoria del torneo. Eliminado de todo", publica el diario en su sitio web.

Termina el partido, empieza la anécdota. Lágrimas en el público y en los muchachos del Rojo tras resignar el invicto en casa en el momento menos apropiado y más inoportuno. La contracara a pocos metros, en el vestuario visitante, al que invaden el éxtasis y la algarabía.

De pronto, un llamativo desahogo, una dedicatoria especial. Con bronca. Con placer. Lo inicia el talentoso Matías Sosa, ex selecciones juveniles nacionales e ídolo moderno de Cipo. El típico enganche zurdo habilidoso y con mucho barrio y "Ileca" encima. Se suman todos. "Que boludo, que boludo, al Brujito, se lo meten en el culo...", retumba en las cuatro paredes del camarín. A los muchachos vencedores los recibiría luego una marea albinegra, una caravana de 20 mil fanáticos apostada al pie del puente interprovincial que los vitoreó como si hubieran salido campeones (se jugó sin visitantes).

En tanto, el errático "Angel Negro" evita dar declaraciones a la prensa y admitir su dura derrota. Hay, en el local, quienes en off lo responsabilizan directamente de la más dolorosa de las caídas. Nunca se supo más nada de él. Pero la increíble historia depararía una nueva sorpresa.

Lo que nadie sabe es que la leyenda del ya famoso Atahualpa, el brujo que a julio de 2019 ostenta un asombroso invicto de dos años en la región, acertando vía La Mañanade Neuquén pronósticos deportivos de todo calibre (léase Federal A, Mundial de Rusia 2018, Superfinal de Copa Libertadores, Copa América), quitando incluso la mufa de La Chacra y La Visera cuando los equipos zonales Ilevaban largo tiempo sin poder ganar en casa, nació a partir de aquel fatídico debut y despedida, del rotundo y triste fracaso de su infortunado colega.

El fútbol siempre da revancha. Cosa de brujos. Creer o reventar.

Libro: Fuerte al medio (2019).

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